No son solo rincones de juego, ya que éstos engloban tanto juego libre, como trabajos manipulativo, desarrollo social y afectivo, así como aprendizaje. Por ello, el nombre adecuado es el de "rincones de actividad". Estos rincones no son estables para todo el curso sino que se van modificando en función de las necesidades y los intereses de los niños y niñas.
En el aula se crean "zonas", que son los espacios fijos en los que dividimos el aula, y en la que se van ofreciendo propuestas a los que damos el nombre de "rincones". Los objetivos de los rincones serán desarrollar la curiosidad, la apertura y la duda como base del conocimiento, desarrollar el gusto por conocer y el placer por descubrir y encontrar, valorar las aportaciones y transformaciones del mundo que les rodea, respetar el pensamiento ajeno y valorar el intercambio de ideas entre otros.
Un ejemplo de rincones sería:
- Rincón de asamblea: donde los alumnos interactuarán entre ellos y con el profesor. Podrán comentar sus vivencias, dudas...
- Rincón de la música: no es sólo expresión artística, es un elemento esencial para lograr el equilibrio afectivo, sensorial, intelectual y motriz. En este sector el niño podrá desarrollar su sensibilidad, memoria, atención y permitirles un espacio de relajación y tranquilidad según la melodía.
- Rincón lógico matemático: que tiene como finalidad que el niño o la niña a través de experiencias perceptivas directas manipulativas, asimile conceptos de cualquier aprendizaje. En dicho rincón el alumnado hará clasificaciones, seriaciones...
- Rincón de juego simbólico: se producen situaciones cotidianas y ofrece muchas posibilidades de juego que les permiten trabajar actividades de distintos tipos y provoca aprendizajes. Los niños y niñas se comunican de distintas formas, e incluso sirviéndose de aprendizajes no verbales, viven la fantasía y la realidad, representan roles semejantes a los de los adultos...
- Rincón de la biblioteca: espacio lleno de libros de todo tipo (cuentos, periódicos, enciclopedias, cómics)... Los niños empezarán a tener interés por los libros de texto y servirá de gran ayuda la animación a la lectura.
Finalizar diciendo que la organización espacio-temporal es un factor fundamental y determinante en el desarrollo de los aprendizajes. Una adecuada organización repercute positivamente en el desarrollo de nociones espacio-temporales, a la adquisición de hábitos lingüísticos: escucha, participación… Esta organización espacio-temporal se toma también de las aportaciones de las hermanas Agazzi retomada hoy en día por Malaguzzi.
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